Artur Bladé

Artur Blade i Desumvila

Artur Bladé y Desumvila (Benissanet, 1907 – Barcelona, 1995) empezó a escribir a los periódicos locales como El Rayo de Gandesa, La Riada de Mora de Ebro y otros. También, en 1924 se vincula a La Renaixença de Benissanet de la que fue secretario. Ante las prohibiciones de la dictadura de Primo de Rivera leyó Rovira i Virgili en La Publicidad y la Revista de Cataluña y se le despertó el catalanismo de carácter terral. Estudió magisterio, ejerció la docencia también su pueblo de lo que será un cronista excepcional y único. El Diccionario de historiadores se le calificó de divulgador historia y biógrafo, los diccionarios de literatura de escritor y periodista. Lo fue todo claro.

Muy amigo de Martí Rouret será secretario cuando sea consejero de Sanidad en 1936 y hará toda la guerra en el cuerpo de sanidad, en Manresa, Montserrat … Afiliado a ERC, con una alta conciencia patriótica, vivirá con desazón los turbios años hasta el exilio francés -Perpinyà, Montpellier, París … – donde podrá marchar a México. Conocerá y tendrá amistad y los dedicará posteriormente sendas obras en Rovira y Virgili, Pompeu Fabra y Francesc Pujols.

Publicó un friso excepcional del exilio bajo el título de La exiliada publicado en 1979 y reeditado recientemente en la edición de la obra completa. En 1942 podrá ir a México donde será el cronista del momento en el trabajo tan útil aún Del exilio en México (1993). Colabora en las ediciones del exilio como la Biblioteca Catalana donde publica Geografía espiritual de Cataluña. Teorías de Francesc Pujols, y más adelante publicará Francesc Pujols por él mismo (1967). Colabora en la prensa del exilio -La Nuestra Revista, Xaloc, Hoja Catalán, la Nueva Revista, Puente Azul … – De su obra en México remarcamos Benissanet (1953) con el que inaugura la serie, intensa, continua, de trabajos sobre las tierras del Ebro. En 1956 vuelve a Cataluña pero retorna dos años después en México, finalmente en 1961 se instala, ahora definitivamente en Cataluña, en Tarragona y Benissanet. A la muerte de su esposa Cinta va a vivir a Barcelona con sus hijos.

 

En las comarcas tarraconenses deja huella como cronista y también como dinamizador cultural, profesor de catalán, impulsor de la propia identidad ante las adversidades estructurales. Será uno de los promotores de Òmnium Cultural y excel·lirà como decimos como cronista de la vida cultural y social en unos dietarios de los años sesenta y setenta, publicados por la Diputación de Tarragona. Recientemente Cossetània cuida de la edición de su obra completa y también ha publicado obras de estudio como Mi Artur Bladé. Albert Manent en el prólogo de los dietarios tarraconenses destaca el mérito y valora el nivel de cronista de Bladé que por las tierras del Ebro, por el exilio, por Tarragona ciudad y el conjunto del país concluyendo que se convierte en un cronista excepcional.

fotografia artur blade

 

Una de las primeras labores de la historia fue la crónica, los cronicones medievales, el detalle del día a día de los monasterios y órganos de poder como la Generalitat. Siguiendo este deseo de preservar el ayer y disfrutar con el redacción, el ciudadano narra su -y el colectivo- día a día y este es uno de los grandes méritos de Bladé: hacernos conocer el ayer sede y colectivo. Los otros méritos el nivel de pulcritud y calidad literaria y la densidad conceptual de datos que aporta, de sentido colectivo, el que su máximo estudioso Xavier García llama “el retablo biográfico de un país en ebullición”. Como periodista trabajó siempre en medios como colaborador, antes de la guerra por ejemplo en La Opinión, en el exilio con las revistas mencionadas ya la vuelta, sus artículos y textos literarios a Hoy, Tele-Estel, Sierra de Oro y otras cabeceras convierten en una valiosa contribución al conocimiento del periodo.

 

De sus trabajos históricos remarcamos los trabajos en la popular Episodios de la Historia del editor Rafael Dalmau y los biográficos, Contribución a la biografía de maestro Fabra (1965), Francesc Pujols por él mismo (1967), El señor Moragas, Moraguetes ( 1970), mi Rovira i Virgili (1981), también los trabajos descriptivos que gracias a la obra completa, muy bien editada en cuidado de Xavier Garcia, Cossetània ha hecho conocer en doce volúmenes en los volúmenes dedicados a la historia, la biografía y la crónica. De esta obra completa, además del valor literario históricamente quisiéramos remarcar uno de los tres volúmenes dedicado a biografías que contiene Mi Rovira i Virgili y la vida de un catalán excepcional. Antoni Terré de Mora de Ebro, una biografía exquisita en la que Bladé aporta datos y lo hace con una habilidad narrativa extraordinaria. Esperamos pueda concluir con los artículos periodísticos recientes que de la mano de Bladé tienen un valor relevante. Antoni Rovira i Virgili y su tiempo (1984) fue una de las primeras biografías y aún hoy aporta muchas referencias sobre el periodista -y político- más relevante de las izquierdas de la primera mitad del XX.

 

Exilio en México

Sobre el exilio además del exiliada tiene dos volúmenes que son Viaje a la esperanza. Impresiones de un viaje a nuestra tierra en 1956 y Del exilio en México, éste, encargo de Albert Manent que patrocinó desde la Generalitat donde era alto cargo, asesor de presidencia y director general después, es una obra donde Bladé reúne el que escribió y publicó en México, y también en el retorno referido al exilio con retratos de los escritor y políticos, comentarios y descripciones de los acontecimientos y cabeceras, etc. configurando un trabajo de conjunto que nos acerca a la importancia del exilio catalán en el país azteca con datos de nombres conocidos como Josep Carner o paz Casals o de otros no tanto como Francisco Adell y Ferrer o Josep M. Francés.

Artur Benissanet

Benissanet

De la biografía que Xavier García le dedicó Artur Bladé en la política y literatura catalanas del siglo XX destaca como uno de los rasgos que han provocado el escaso reconocimiento hacia su obra y figura, aunque ha obtenido algún galardón institucional pero no los que en justicia corresponden a su extenso e importante obra, la ruralidad y el alejamiento. Tiene razón pero la ausencia de un estado propio con todos sus mecanismos y otro que sólo vela por una lengua y contenidos ajenos. La edición de la obra completa sin embargo es una buena restitución y el trabajo del curador sentido y eficiente. Escribe Garcia: “En muchos de sus páginas, tanto las que dedica a la tierra natal como las más graves derivadas del exilio, se encuentra esta mezcla entre elevación sentimental y terrenalidad irónica. De este modo, el producto narrado queda compensado, lo que designa el equilibrio sereno con que contemplaba la realidad. Aquella su serenidad sólo la encontraba y era hija directa del paisaje. “

Una obra de cultura que los primeros trabajos sobre los pueblos del Ebro y aspectos históricos con las monografías de Rafael Dalmau hasta ahora con la obra completa se nos acerca y gracias a las instituciones Ayuntamiento y Diputación de Tarragona hacen que el Ebro y el ayer pueda ser más cerca. ojalá siga esta recuperación y si hace poco la sorpresa fue el dietario del viaje del exilio quizás mañana lo será la publicación de los dietarios de juventud.