El tráfico y la contaminación

contaminacion en paris

 

Desde el pasado primero de julio, en Paris no está permitida la circulación – los días laborables – de los vehículos matriculados antes de 1997, o sea aquellos con casi 20 años de antigüedad. Esta medida es continuación a la prohibición – establecida en el año pasado de circular por el centro de la ciudad a los vehículos pesados (camiones y autocares) matriculados antes de 2001. El motivo de estas restricciones es la lucha contra la polución del aire que, según el Ayuntamiento de esta ciudad, reduce la esperanza de vida de los parisinos entre 6 y 9 meses.

En Barcelona, según noticias aparecidas en prensa, el Área Metropolitana plantea prohibir a partir de 2018 la circulación de vehículos diesel – en todos los municipios del Área- fabricados antes de 1996, o sea aquellos que en 2018 tendrán más de 22 años de antigüedad.
Antes de seguir adelante hay que explicar los contaminantes que generan los vehículos a motor. Básicamente todo motor genera anhídrido carbónico (CO2) que es un gas no tóxico pero responsable del efecto invernadero, y óxidos de nitrógeno (NO y NO2 denominados genéricamente NOx) y micropartículas en suspensión (PM10) que representan un problema para la salud en concentraciones elevadas. Todos los vehículos generan CO2 pero los motores diesel son los principales responsables de la emisión de las PM10 y sobre todo de los NOx. Podríamos decir que el CO2 es el responsable de una contaminación global (efecto invernadero afecta a todo el planeta) y los NOx y las micropartículas tienen un efecto más local, afectan a las personas que respiran el aire de las ciudades.

contaminacion trafico

Si lo que se pretende es reducir el peso de los vehículos privados en una ciudad, entonces las medidas a tomar son del tipo: prohibir la circulación de vehículos según el número de matrícula, introducir peajes urbanos, anular total o parcialmente el aparcamiento calle o regular el aparcamiento mediante el pago selectivo. La estrategia adoptada en Barcelona de regulación total del aparcamiento en la calle mediante la creación de zonas azules y verdes, me parece totalmente acertada, y la mayor o menor presión sobre el vehículo particular puede ejercerse variando el precio de las zonas azules o la extensión de las zonas verdes (residentes)
Ahora bien de esta forma no se discrimina sobre los tipos de vehículos que circulan. Por lo tanto si se quiere evitar la contaminación local hay que restringir los vehículos más contaminantes, especialmente los vehículos pesados y los de motor diesel.
Volviendo al caso de Paris, cabe señalar que sus decisiones se apoyan en una Ley nacional de transición energética aprobada en julio de 2015 que permite a los ayuntamientos restringir la circulación de los vehículos para mejorar la calidad del aire. Además París elaboró un plan escalonado cuyas actuaciones se han indicado anteriormente y que continuarán en 2017 con la prohibición de circulación a los vehículos diesel con más de 6 años de antigüedad.
Paralelamente la ciudad ha puesto en marcha un plan para conseguir que en 2025 sus 4500 autobuses sean en un 80% eléctricos y un 20% funcionen con biogás. Asimismo subvenciona la compra de taxis híbridos o eléctricos por el 20% del precio del vehículo con un límite de 4.000 y 6.300 € respectivamente. Además existen otro tipo de ayudas para particulares que quieran cambiar su coche por uno menos contaminante.

En Barcelona la contaminación atmosférica no es tan preocupante ya que al estar situada junto al mar, las brisas marinas diluyen durante muchos meses del año los contaminantes peligrosos para la salud. No obstante los índices de contaminación por NOx están por encima de la media anual aceptada por la Unión Europea en la zona del Eixample, por lo que seguramente veremos – a medio plazo – medidas restrictivas de circulación en el interior de las Rondas para los coches diesel y los más antiguos.

humo de coches

Ahora bien la Administración, como ha hecho Paris, no sólo debe prohibir sino dar ejemplo en los ámbitos de su competencia. Para ello es imprescindible actuar en las flotas de vehículos que están continuamente circulando por la ciudad. Es necesario tener un plan de reconversión ( “ambientalización”) total de la flota de autobuses municipales, hay que limitar el acceso al centro de la ciudad en los autobuses privados más contaminantes, es necesario obligar a que los nuevos taxis sean híbridos o eléctricos aunque sea mediante subvenciones como ha hecho Paris, y hay “ambientalizar” totalmente los más de 70 vehículos del bus turístico (servicio rentable) y progresivamente la flota de recogida de basuras.
Por otra parte deben incentivar las instalaciones eléctricas en los garajes de las viviendas con el fin de poder conectar los vehículos híbridos o eléctricos. Es necesario llevar a cabo actuaciones de potenciación del transporte colectivo y – en el ámbito de Barcelona- la conexión de los tranvías a través de la Diagonal es la más eficaz, ya que permitiría captar viajeros del coche y reducir el número de autobuses , utilizando un medio de transporte no contaminante, silencioso y muy bien valorado por sus usuarios.

Si estas propuestas se acompañan con las correspondientes actuaciones previstas en el Puerto de Barcelona, que no olvidemos es el principal emisor de óxidos de nitrógeno y micropartículas, podremos disfrutar en la ciudad de un aire más saludable que tendrá un efecto muy favorable en el conjunto de la población.